medicina tradicional preindustrial

La medicina popular natural preindustrial

Conocimiento popular de la medicina

Durante miles de años, la medicina popular natural preindustrial fue ampliamente practicada y conocida por la gente común. En Europa y en otras partes del mundo, las personas se encargaban de curar las enfermedades y aliviar el dolor mediante métodos y técnicas sencillas. Los médicos tradicionales enseñaban a los pacientes y sus familiares a preparar infusiones, aplicar cataplasmas de hierbas o arcilla. También les enseñaban a utilizar aceites y pócimas simples, a realizar vahos calientes, purgantes y enemas.

Este conocimiento médico popular, transmitido de generación en generación, permitía a las personas tratar una amplia gama de dolencias frecuentes. Las personas de la época trataban resfriados, cistitis, gastritis, estreñimiento, diarrea, golpes, torceduras, insomnio, ansiedad, heridas, magulladuras, reumatismos, lumbagos y ciáticas. Estas enfermedades, que representaban el noventa por cien de las patologías agudas, podían ser tratados en el hogar sin necesidad de llamar al médico.

Los médicos y hospitales eran escasos y se reservaban para casos más complicados. En Europa, los hospitales eran construidos por la realeza, la nobleza y los obispos, y eran atendidos por monjes y clérigos. Estos, tenían conocimientos médicos y brindaban atención gratuita a los pobres sin familia y a aquellos con enfermedades graves que no habían sido resueltas inicialmente.

La medicina popular natural preindustrial libro abierto

Medicina autónoma

La medicina popular natural preindustrial brindaba a las personas la capacidad de atender y curar enfermedades comunes en el entorno familiar. Esta forma de medicina autónoma ha sido desacreditada deliberadamente por la medicina oficial y la prensa, reemplazada por productos industriales tóxicos y farmacias modernas.

En la España rural de mediados del siglo XX, se practicaba ampliamente la medicina natural y familiar. Las madres y abuelas tenían conocimientos de hierbas, cataplasmas y remedios caseros, siendo auténticas naturópatas. También existían personas con habilidades naturales para curar dolores musculares y problemas óseos.

Además, se practicaba un tipo de medicina basada en rituales religiosos que combinaban oraciones y gestos piadosos, capaces de curar verrugas, tumores y dermatosis. Aunque el mecanismo de acción de estos rituales no se comprendía científicamente, su eficacia era evidente para aquellos que los experimentaron.

Cambio radical en los años 60

A lo largo del siglo XX, se produjo un cambio gradual en las prácticas médicas. Pero fue en los años 60 cuando se produjo un cambio radical hacia la medicina industrial. Aquellos que nacieron antes de esta transición utilizaron la medicina popular natural. Sin embargo, los nacidos después fueron tratados con productos industriales y experimentales desde la infancia.

Medicina natural preindustrial Dr. Enric Costa Verger

Esta entrada «La medicina natural popular preindustrial» es un resumen de uno de los capítulos del libro «Iatrogenia, La medicina de la bestia» escrito por el médico Enric Costa Verger:

Iatrogenia (SIN COLECCION)

A pesar de que es un dato reconocido que la iatrogenia (daño causado por la medicina) es la tercera causa de muerte en los países desarrollados, este sigue siendo un tema de discusión tabú, y no es fácil encontrar una obra que realmente profundice en el origen, las causas y las maneras en las que se ha generado esta situación de iatrogenia generalizada y creciente, precisamente en las regiones más modernizadas del planeta. El Dr. Enric Costa comenzó su carrera y el ejercicio de su profesión como cualquier otro médico, pero la terrible crisis del Sida supuso el comienzo de una durísima toma de consciencia que le llevaría a investigar y cuestionar los cimientos de casi todo lo que le habían enseñado desde la narrativa dominante sobre la ciencia, la historia y la medicina. Cuatro décadas después, nos ofrece el relato de una búsqueda vital guiada por el impulso de ejercer con honestidad su profesión, y todo lo que a través de ella, a veces de forma muy dura, ha aprendido sobre los males sistémicos de la medicina y la sociedad moderna. Un testimonio tan impactante como necesario en estos tiempos de crisis sanitaria, política e histórica a escala mundial.

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